El Madrid podría ponerse líder si gana al Tenerife y el Barça pincha

Tenerife-Real Madrid o, lo que es lo mismo, echar la vista atrás unos cuantos años cuando algunos sólo éramos unos críos y recordar aquellas Ligas perdidas por los blancos en nuestras Canarias es tan obligatorio como comprar Miguelitos cuando pasas por La Roda. Aquellas dos derrotas a comienzos de los años 90 quedaron oscuramente marcadas en la historia blanca.

Es cierto que ni el Tenerife ni el Real Madrid de la actualidad tienen nada que ver con aquellos que tan famosos hicieron el final de dos Ligas consecutivas. Sin embargo, el morbo siempre presidirá este partido por más que la diferencia entre ambos contendientes sea tan sideral como lo es en la actualdiad. 36 puntos entre uno y otro tienen la culpa de ello.

Una Isla antes de las selecciones, Sevilla y Lyon

El Madrid ya ha conseguido lo más difícil, arrejuntarse tanto al Barcelona que una bocanada de su aliento podría permitirle, incluso, adueñarse del primer puesto esta misma noche. Para ello debe vencer al viento, al Heliodoro y, por ende, al Tenerife. Y si puede ser goleando mucho mejor. En el vestuario blanco saben que la igualdad con el Barcelona es tanta que la Liga podría acabar decidiéndose por la diferencia de goles entre los de Pellegrini y los de Guardiola. Por tanto, y sin querer menospreciar al Tenerife, si el Madrid puede marcar cuatro goles siempre serán mejor recibidos que tres. Cuestión de lógica y cuestión de cálculo.

Para que el Madrid pueda meterle toda la presión del mundo al Barcelona, primero, debe hacer los deberes en Tenerife. No debería ser especialmente complicado ver a los Cristiano, Higuaín o Kaká resolviendo el partido aunque con partidos de selecciones en el horizonte, el Sevilla el próximo fin de semana y, sobre todo, el partido del 10-M ante el Lyon pueden desviar la atención del más pintado. Canarias invita a la relajación por el placer que supone pisar una de las maravillas de nuestro país aunque dentro del césped, los de José Luís Oltra no quieren regalar nada. La clasificación les aprieta (son penúltimos) y ganarle al Madrid supondría para ellos un pelotazo anímico que ni las espinacas para Popeye. Aunque todo ello debe quedar en nada si el Madrid hace lo que sabe. Vengar el pasado supondría entrar en un debate dialéctico aunque disfrutar del presente le vendría que ni pintado a este Madrid.