Estos sí que son una puta barbaridad

Se decía que había una maldición en Getafe, y que cada vez que el Real Madrid pasaba por el Coliseum Alfonso Pérez se achicaba. Sin embargo debe ser que Ronaldo no entiende de leyendas urbanas, o que vino con ella grabada en la frente con la intención de romperla, porque en apenas doce minutos Ustari ya tuvo que recoger del fondo de las mallas otro de los famosos ‘tomahawk’ del luso. El Getafe salió con mucho ímpetu y de hecho Parejo estuvo a punto de cabecear a gol a los pocos segundos, sin embargo el Madrid no se dejó amedrentar. Presionaba arriba y robaba pronto, y con el esférico luego supo combinar bien y saltarse la defensa azulona con lo que pronto empezó a achicar al conjunto azulón, pues Xabi Alonso e Higuaín ya avisaron a los de Míchel antes de que pasaran diez minutos. Ellos no lo consiguieron, pero Cristiano sí y fue, cómo no, al saque de una falta.

Higuaín, después de Ronaldo, mató al Getafe con dos goles en apenas tres minutos

Era prácticamente el primer balón que tocaba el ‘9’ blanco, y aunque esta vez le pegó con el interior de su bota derecha, el balón salió con una violencia tal que Ustari no pudo hacer nada por evitar que entrara por el palo que defendía. El tanto fue un auténtico jarro de agua fría para los jugadores locales, pero seguro sentaron mucho peor los dos siguientes tantos de Higuaín, pues llegaron en apenas tres minutos, los que van del diecinueve al veintidós, y dejaron prácticamente sentenciado el partido cuando apenas se llevaba disputado un cuarto del mismo. En el diecinueve, el Pipita finalizaba con la izquierda un magnífico contraataque llevado por Ronaldo y Van der Vaart. Y apenas instantes después, el delantero argentino volvía a anotar al regatear a Ustari después de un Guti-pase que se sacó Gago de la manga.

Parece que la bronca de Pellegrini a sus jugadores a principio de semana surtió efecto, pues a pesar de llevar tres goles a favor en apenas veinte minutos, los jugadores merengues seguían atacando como si fueran cero a cero. Ni un ápice de relajación, al contrario, los jugadores seguían acechando a Ustari, y fruto de ello llegó el cuarto gol del Madrid sin que el Getafe hubiera puesto sus cartas sobre la mesa siquiera. Y fue de nuevo Ronaldo. El luso cabalgó por la banda diestra, y cuando caracoleaba y parecía que podría centrar, armó su fusil y volvió a ‘matar’ al cancerbero argentino desde una posición con poco ángulo. Era el minuto treinta y seis, y como diría Guardiola, este Real Madrid comandado por Higuaín y Ronaldo era “una puta barbaridad”.

Parejo marcó el primer gol azulón con Casillas en el suelo

El Getafe sólo dio muestras de seguir vivo gracias a Parejo, que batió a Casillas apenas un minuto después del segundo tanto de Ronaldo. Bueno, lo de que batió a Iker es un decir, porque el canterano merengue derribó al portero madridista cuando se lanzó a robarle el balón, y tiró a puerta cuando el ‘1’ blanco seguía en el suelo. El árbitro ni pitó falta ni detuvo el partido, lo que por cierto mosqueó sobremanera al mostoleño, que necesitó de asistencia médica para recuperarse del golpe en el tobillo. Afortunadamente para el madridismo, Casillas pudo recuperarse, y con el gol y el enfado del guardameta los dos equipos se marcharon a la caseta. Un descanso merecidísimo para los hombres de Pellegrini después de cuajar seguramente su mejor primera parte del curso, y que le sirvió a Míchel para mover el banquillo y buscar algo de reacción en los suyos con la entrada de Manu y Celestini.

Reacción que encontró sólo tímidamente. Pues si bien es cierto que Manu y Pedro León tuvieron cerca el segundo gol azulón, el Real Madrid no dejó de mirar hacia la portería de Ustari, pues Granero, Ronaldo e Higuaín también estuvieron cerca de firmar la manita. Los minutos pasaban y no llegaba ni una cosa ni la otra, lo que sin duda beneficiaba al Madrid, que se dejó llevar porque de esta forma recuperaba el liderato que había dejado momentáneamente en manos del Barcelona. Pedro León aprovechó un rechace en el área para engañar a Casillas en el mano a mano y acercar así al Getafe en el minuto setenta y nueve, pero fue sólo un espejismo, pues nada más hizo el conjunto de Míchel. Tanto es así que Pellegrini aprovechó para darle la oportunidad al canterano Pedro Mosquera para que debutara –el primero en toda la temporada-, sin duda la guinda final a un partido del Real Madrid para quitarse el sombrero.