Higuaín volvió una vez más el salvador de un equipo que, por aquellos momentos, estaba pasando el peor momento de la temporada. Eliminado de la Copa del Rey ante el Alcorcón, la figura de Pellegrini estaba más debilitada que nunca, y su continuidad dependía más que nunca de sumar un triunfo ante el Racing de Santander en el Bernabéu. Para ello, el chileno sacó un once repleto de novedades, formado por Casillas en la portería; Arbeloa, Pepe, Garay y Marcelo en defensa; Xabi Alonso, Granero, Drenthe y Kaká en la medular; con Higuaín y Benzema como dupla atacante.
El Madrid fue el claro dominador del choque durante los 90 minutos, aunque sin realizar un fútbol excesivamente brillante. Lo mejor de los blancos se vio en la primera parte, con un Kaká muy activo y con Higuín incisivo de cara al área rival. Suyo fue precisamente el único tanto de la noche, tras rematar de cabeza a puerta vacía un pase de su compatriota Garay. A partir de entonces, el Madrid se dedicó a sestear y a jugar con el marcador.
En la segunda parte Benzema vio como se le anulaba un gol por un fuera de juego muy justo. A partir de ahí las ocasiones de los de Pellegrini brillaron por su ausencia, e incluso el Racing, por medio del debutante Canales, que tomó la alternativa esa fría noche de noviembre en el Bernabéu, puso el susto en el cuerpo a los madridistas al marcar el tanto del empate al final del choque, pero que fue anulado por el linier por fuera de juego. En definitiva, tres puntos para la 'buchaca', y Pellegrini que salvó un nuevo 'match-ball'.
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