El más conocido para la parroquia merengue es sin duda Pedro Munitis. Tras firmar una brillante temporada con el equipo de sus amores, el Real Madrid decidió el fichaje de este habilidoso extremo cántabro previo pago de 2.500 millones de las antiguas pesetas al equipo cántabro días antes de la celebración de las elecciones en el club blanco, en las que salió ganador Florentino Pérez. Aunque vino con la vitola de sus buenas actuaciones con el Racing y con la Selección, su papel en el equipo blanco no fue especialmente destacado. Nunca gozó de la titularidad por parte del que fue su técnico en aquellos años, Vicente del Bosque, y sus malas actuaciones acabaron desembocando en los abucheos de una afición que nunca tuvo al jugador cántabro como uno de sus jugadores predilectos.
Tras dos temporadas en el Real Madrid, los blancos le cedieron un año al Racing, año en el que volvió a santirse futbolista importante, para después ser traspasado al Deportivo de la Coruña, club en el que militó durante tres temporadas. Tras su periplo en el equipo gallego, volvió de nuevo al Racing, en el que cumple con esta su cuarta temporada desde su último regreso.
Toni Moral, en cambio, dio sus primeros pasos como futbolista en la cantera del Barcelona, aunque el destino le llevó a jugar en el Castilla durante dos temporadas, con el que disputó un total de 58 partidos, marcando seis goles. Extremo a la vieja usanza, como muchos otros tuvo que salr del Castilla para buscarse la vida fuera, y tras varias temporadas dando varios tumbos en Segunda (Celta, Tenerife, Alavés), debutó como jugador de Primera gracias al Racing, que le fichó en el mes de diciembre del año 2008.
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