Manuel Pellegrini lleva mucho tiempo dándole vueltas a este tiempo. Lo demostró ante el Atlético de Madrid, cuando forzó a que Xabi Alonso y Sergio Ramos vieran la amarilla para poder llegar 'limpios' a este clásico. Lo demostró ante el Racing al reservar a Garay, con molestias físicas y también apercibido de sanción. Y lo ha demostrado esta semana al confiar en el once que, con las ausencias de Kaká y Lass, han permitido al Madrid mantenerse en el liderato a lo largo de estas semanas.
Quiere esto decir que, con Casillas inamovible en la portería, la defensa será la misma que jugó en el Campo Nuevo en la primera vuelta, salvo la presencia de Garay por Pepe, lesionado. Por tanto, Sergio Ramos y Arbeloa serán los inquilinos de los laterales, y Raúl Albiol será el compañero de fatigas del argentino en el centro de la zaga.
Por delante de ellos habrá una línea de tres que estará formada por Xabi Alonso, recuperado de sus molestias, Gago y Marcelo, que vuelve al interior. Con este planteamiento lo que se pretende es, al igual que se hizo en Barcelona, maniatar la circulación de balón del equipo de Guardiola, y sobre todo impedir que Xavi y Messi, los dos máximos estandartes de este equipo, puedan jugar tan sueltos como sí lo hicieron ante el Arsenal el pasado martes.
Pero el equipo de Pellegrini no se va a dedicar sólo a defender. No hay que olvidar que cuenta con el mejor ataque del campeonato, y otro de los objetivos de este sistema táctico es que tanto los dos delanteros, Cristiano Ronaldo e Higuaín, como el mediapunta, Van der Vaart, tengan espacios para marcar las diferencias en el ataque, sin olvidarnos de las incorporaciones desde segunda línea de Marcelo, Sergio Ramos o el propio Xabi Alonso. La mesa de ajedrez ya está servida. ¿Quién ganará la partida? Si se hace presente el espíritu de Juanito, entonces los blancos tendrán ventaja...
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