Casillas sigue tapando bocas

Sus últimas actuaciones echan por tierra aquellas opiniones ionteresadas que le calificaban de acabado.





Casillas ha sido bautizado con el sobrenombre de santo, Spiderman, el hombre milagro y un sinfín de metáforas que han adornado sus apellidos en los últimos años, sin embargo, si por algo se ha caracterizado el capitán de la selección ha sido por su regularidad. La misma que le ha permitido mantenerse arriba durante tantos años. Sin embargo, la memoria (dichosa memoria) parece hacernos olvidar que Casillas puede fallar. Tiene derecho a ello, especialmente, por todo lo que ha demostrado. Dudar de los buenos es un pecado porque, a pesar de no estar en su mejor momento, siempre te pueden tapar la boca. Iker ha tenido una temporada buena. Ni estelar ni patética, como quieren vender algunos.

En un equipo de la exposición del Madrid, en la que el ataque prima por encima de todas las cosas, tener a Casillas salvaguardando la red es una bendición. Que se lo pregunten a Messi en el último clásico. El ‘acabado’ Casillas le sacó dos goles cantados que hubieran reventado los tímpanos del Bernabéu de haber entrado y ante el Almería también tiró de manoplas para mantener vivo al Madrid. Cuando se requiere de su intervención aparece y cuando no lo hace (tiene derecho a fallar como todos) ya están ahí las pirañas asesinas que quieren degollarle. Suerte para el Madrid que cuenta con el guardameta que levantará la Copa del Mundo en Sudáfrica con España, a pesar de que algunos no le vean válido ni como tercer portero de la roja.

Las mejores paradas de Iker en 2010: