Y, a pesar de tener una deuda de 70 millones de euros, Agapito Iglesias, propietario del club, se decidió a hacer un esfuerzo extra, y se acometió una profuda renovación de la plantilla. Lo primero que se hizo fue vender a jugadores que, por las razones que fueran, no estaban dando el rendimiento apropiado en el equipo maño. Así las cosas, Ewerthon, López Vallejo, Ayala o Luccin, por mencionar varios ejemplos, abandonaron el club en el mercado invernal.
A cambio, los maños optaron por realizar siete fichajes (todos ellos a coste cero) para intentar por todos los medios evitar la catástrofe que sería para el club un nuevo descenso a Segunda. En primer lugar se priorizó el reforzar la defensa, sin duda el talón de Aquiles del equipo en la primera vuelta, y los elegidos para acometer dicha labor fueron Pablo Amo, Jarosik y Contini, que han dado más seguridad a la zona de atrás. Lo mismo puede decirse de la portería con Roberto, que ha dejado en el banquillo al internacional Carrizo, uno de los grandes fiascos de la temporada en el conjunto maño.
El centro del campo ha sido la línea del equipo que menos novedades ha presentado. Y es que sólo Edmilson ha llegado en el mercado invernal en sustitución de Luccin, al que también dieron 'puerta'. Todo lo contrario que la línea ofensiva, que se ha visto renovada con la incorporación de tres efectivos. Adrián Colunga y Eliseu han dado calidad al equipo en la parte ofensiva del equipo, mientras que Suazo se ha convertido en la referencia ofensiva.
Todas estas incorporaciones han dado más empaque a un equipo que estaba condenado a bajar a Segunda tras ser goleados en el Bernabéu. Pero no está todo el trabajo hecho ya que, aunque estén fuera de los puestos de descenso (son 16º con 34 puntos), sólo les separan dos puntos del antepenúltimo clasificado, el Tenerife. Ante el Madrid tendrán la primera final de las cinco que le quedan de aquí al final de temporada. ¿Serán capaces de salvarse?
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