De hecho, el mediapunta partía esta temporada con una gran competencia en su posición, pues jugadores como Guti, Van der Vaart o Kaká podían ocupar su misma posición en el campo. Pero desde un principio, Granero contó con la confianza de Manuel Pellegrini, ya que el chileno contó con él en los primeros encuentros de Liga. Incluso fue titular en la visita al Espanyol de Cornellá- El Prat, un campo en el que incluso se pudo estrenar como goleador madridista.
Todo parecía ir sobre ruedas hasta la decimotercera jornada de Liga, momento en el que perdió la titularidad en favor de su compañero Van der Vaart. Una mala racha que se prolongó hasta casi finales de enero, cuando su buen partido en Riazor volvió a ponerle en la pomada. El futbolista vivió unos nuevos meses dorados hasta que, de nuevo, un mal partido se interpuso entre él y la titularidad y le relegó al ostracismo. Fue en Santander, un encuentro en el que fue sustituido en el minuto 60 y tras el cual Pellegrini llegó incluso a dejar de convocarle.
Así, en el partido jugado ante el Zaragoza en la Romareda, las cámaras de televisión captaron una conversación entre Granero y Diarra que dejaba clara la frustración del madrileño. Pero sería una situación que, en la jornada 35, volvería a encontrar solución, ya que Pellegrini le volvió a colocar como titular para recibir al Osasuna. De ahí hasta el final, cuatro nuevas titularidades que se saldaron con un total de 2.156 minutos disputados en todas las competiciones, tres goles y cuatro asistencias (todos en Liga).
Por tanto, la temporada se podría resumir en base a los altibajos que ha tenido Esteban en el equipo. El centrocampista ha alternado minutos de juego con prolongadas estancias en el banquillo, si bien no ha brillado lo que se esperaba de uno de los jugadores más talentosos que ha salido de La Fábrica en la última década. Sin embargo, Granero aun tiene 23 años, por lo que cuenta con mucho fútbol en sus botas y quizás Mourinho sea capaz de exprimir todo el juego que atesora.
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