Y hoy vamos a recordar el que probablemente sea el mejor gol de falta directa que se haya visto este año. Y su protagonista fue, quien si no, el mejor especialista del mundo en estas lides: Cristiano Ronaldo. El Madrid viajaba a Marsella jugándose no solo la primera posición de su grupo, sino también la clasificación, ya que una goleada por 3-0 del Olympique apeaba a los blancos de la primera fase.
Y los de Pellegrini, merced al crack portugués, pusieron las cosas en su sitio muy pronto en el Velodrome. Todo empezó con una falta aparentemente lejana del marco defendido por Mandanda. Cristiano Ronaldo, con su ritual de siempre, se diponía a lanzar una falta que muy pocos creían que ni siquiera pudiera poner en aprietos al marco rival.
El portugués dio tres pasos hacia atrás, resopló dos veces, abrió ligeramente las piernas y, tras un golpeo completamente con el empeine, el balón hizo la curva de la 'folha seca' y se coló por la escuadra derecha de la portería de Mandanda. Un tanto que encarriló no solo un holgado triunfo de los blancos en Francia, sino que ponía al Madrid rumbo directo a la fase de octavos de final de dicha competición, en donde se midió a otro conjunto galo, el Olympique de Lyon.
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