El jugador vasco aún no ha tenido oportunidad para preocuparse demasiado por las consecuencias de la patada, más propia de kárate que de fútbol. De hecho, el madridista afirmó tras el encuentro que estaba sintiendo mucho dolor en el pecho y que la entrada fue, probablemente "una de las peores que he recibido en toda mi carrera". Tanto que, a estas alturas, todavía él mismo no descarta que tenga una costilla rota y tenga que pasar unas vacaciones algo más complicadas de lo esperado.
Mientras tanto, el propio De Jong admitió tras la final que tuvo suerte de que no le expulsara el colegiado inglés Howard Webb, a quien conoce de la Premier League. Y es que el holandés juega en el Manchester City, conjunto que compartirá a partir de este julio con otro internacional español, David Silva. De todas formas, como era de esperar tras la permisividad del colegiado, De Jong defendió la actuación de Webb al señalar que "hoy en día la presión sobre los árbitros es muy grande, así que sería más fácil si pudieran concentrarse en lo básico en vez de tener tantas reglas de la FIFA que les dicen lo que hacer".
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