El defensa de la selección española y del Real Madrid, Raúl Albiol, fue homenajeado en su pueblo natal, Vilamarxant (Valencia) por medio millar de vecinos, tras conseguir el título de campeón del Mundo, aunque comentó que "a esta selección todavía le quedan muchos objetivos por cumplir"
Albiol estuvo acompañado en el balcón del ayuntamiento por el alcalde de Vilamarxant, Vicente Betoret, y parte de la corporación municipal. "Estoy muy feliz por la experiencia vivida en Sudáfrica, ojalá se pueda seguir en esta línea", deseó. "Lo importante era ganar el Mundial y eso ya está hecho", agregó.
El valenciano disparó una pequeña mascletá a su llegada a la casa consistorial y luego recibió una réplica de chocolate de la Copa del Mundo. Además se ha propuesto que sea nombrado Hijo Predilecto y reciba la Medalla de Oro de la localidad. Albiol se mostró "muy orgulloso y sorprendido" por el recibimiento de sus vecinos. "Lo de ayer en Madrid fue impresionante, pero lo de mi pueblo me pone la carne de gallina", reconoció.
El defensa comentó que "al ser la primera vez que España es campeona del mundo es para estar muy felices". "Había mucha confianza y aunque se tuvo un pelín de suerte, se ha trabajado mucho para conseguir el trifunfo", recordó.
Albiol manifestó que "después de la Eurocopa se consiguió mucha confianza y la línea de trabajo era muy buena". "Se llegó muy bien al Mundial, e incluso vino bien perder el primer partido", reconoció.
El valenciano no quiso desvelar la promesa que ha hecho por ganar el Mundial, pero "la peor es la de Mata que tiene que volver desde Sudáfrica en Vespa", dijo con una sonrisa. "Me quedo con muchas imágenes en estos dos últimos días, la locura de Madrid y hoy al llegar a mi pueblo y ver a tanta gente".
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