Tras siete horas declarando ante el juez por su presunta implicación en un caso de proxenetismo, Benzema fue imputado por, presuntamente, haber recurrido a los servicios de una prostituta menor de edad y después puesto en libertad para poder así seguir llevando su vida normal, que no es otra que la de dedicarse a fondo a la empresa que le paga, el Real Madrid. Un club que, tras desembolsar 35 millones de euros en el ex jugador del Lyon, sólo se ha llevado disgustos con él a causa de su bajo rendimiento sobre los terrenos de juego y por sus ‘travesuras’ fuera de ellos.
Y es que el ‘caso Zahia’ no es el único acto extradeportivo en el que se ha visto involucrado el jugador galo. Benzema ha sido noticia también por su ‘habilidad’ a la hora de conducir, ya que ha protagonizado sendos accidentes de tráfico y no precisamente en hora punta (aunque el último de ellos, eso sí, fue cuando el jugador disfrutaba de sus vacaciones navideñas). Total, el galo ha sido más veces noticia por sus actos fuera de un campo del fútbol que por sus goles decisivos. Y los socios del Madrid, chupándose el dedo.
Porque a estos mismos socios que les vendieron la película de que con Benzema se fichaba a uno de los mejores delanteros del mundo han visto como esta temporada se les ha subido la cuota de sus abonos a causa del dispendio en fichajes como el del galo o el de Kaká. Hace justo un año 30.000 aficionados acudían al Bernabéu a ver de cerca al prometedor jugador francés. Sin embargo, hoy es más conocida la delantera de la tal Zahia que la faceta de Benzema como delantero. ¿Dónde han quedado los valores de un club señor como el Madrid? ¿Habrá tirón de orejas por parte de la directiva hacia el jugador, o se hará la vista gorda como se hizo con anterioridad con Ronaldo o Cassano? La imagen del club está en juego, y para mantenerla en todo lo alto se deben tomar medidas acordes a la indisciplina de esto actos.
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