"El Inter quedó vinculado a Mourinho"

Materazzi echa de menos a 'Mou'





"No creo que Rafa Benítez se lo tome mal si este equipo se ha quedado vinculado a José Mourinho", apunta el jugador desde Estados Unidos, donde el Inter ya ha comenzado su pretemporada, en una entrevista que publica hoy el diario deportivo italiano 'La Gazzetta dello Sport'. Aunque sin querer comparar a ambos entrenadores, Materazzi se dispone a afrontar una nueva era con el español en el banquillo y a poner "la misma voluntad para estar a disposición del equipo y para entrar en sintonía con Benítez como con Mourinho".

"Nosotros no podremos mirar atrás, y él (Benítez) tendrá que dar un paso hacia el equipo y continuar pensando como lo hacía en el Liverpool: que la primera cosa es ganar", recalca. El defensa "nerazzurro" confiesa su ambición de superar, con el triunfo de la Supercopa italiana, el palmarés de Mourinho, que la temporada pasada logró el "triplete": "Todavía nos falta ganar algo, que en realidad no es tanto, pero lo queremos sí o sí", sentencia Materazzi.

"Aunque -bromea- si las cosas van mal, me haré árbitro". El jugador, de 36 años, comenta que "el tiempo dirá" si Mourinho es "irrepetible", pero se muestra sorprendido por "el deseo constante" de Benítez de explicar su particular visión del fútbol, así como de "sus ganas de intentar mejorar también a jugadores que tienen casi 37 años". "Le juzgaré dentro de un año, como hice con Mourinho. Pero no me gusta decir si me gusta o no me gusta después de una semana, también porque es cuando hay dificultades cuando se ve de qué pasta estamos hechos cada uno", zanja el jugador.

Al margen de la tarea de sus técnicos, Materazzi destaca el trabajo del presidente del Inter de Milán, Massimo Moratti, a quien considera "el verdadero fenómeno", por haber comprado a Mourinho por 18 millones de euros y venderlo por 16: "Con dos millones, ha tenido lo mejor durante dos años". En cuanto a la decepción de la selección italiana en el Mundial de Sudáfrica, el jugador, cuya imagen dio la vuelta al mundo hace cuatro años por el cabezazo que le propinó en el pecho el francés Zinedine Zidane en la final de Alemania, dice que "no es justo juzgar". "Quien sabe, quizás aquellos que durante cuatro años me han odiado al final han llorado por mí", concluye.