Salvados por la campana

El Real Madrid se libró de los efectos de la huelga por sólo diez minutos





Nada más pitar el colegiado danés Claus Bo Larsen el final del partido a las 22.30 horas de la noche, los jugadores madridistas tenían la consigna de abandonar rápidamente el terreno de juego, ducharse con más rapidez que nunca y estar en el autobús oficial del equipo para partir hacia el aeropuerto de Auxerre.

En la zona mixta del estadio francés, tan sólo hablaron dos jugadores tras el segundo triunfo madridista en Liga de Campeones. Xabi Alonso atendió a las radios y el argentino Gonzalo Higuaín lo hizo con las televisiones. Antes, las entrevistas personalizadas de las televisiones con derechos fueron fugaces y también fue más corta de lo habitual la rueda de prensa del técnico José Mourinho, que no llegó a los diez minutos pese a tener traducción al francés.

Tanto el autobús que condujo al Real Madrid del estadio Abbé Deschamps al aeropuerto de Auxerre, como el que desplazaba a los periodistas españoles, fueron escoltados por la gendarmería francesa. Llegaron hasta la misma pista de aterrizaje, evitando el habitual procedimiento de los aeropuertos. Lo que permitió que a las 23:50 horas despegase el vuelo de vuelta hacia Madrid y que no se viese afectado por la huelga general.