Noche de veredictos

A Mourinho se le empiezan a agotar las excusas para seguir vociferando que su equipo no juega bien por culpa de los elementos. El tiempo y las jornadas pasan pero el juego no termina de dar con la mejoría necesaria. Por si esto fuera poco, el Santiago Bernabéu, al que Mourinho calificó como “campo de patatas” en su última comparecencia en Chamartín, dejará de serlo para convertirse en esa alfombra mágica sobre la que el Madrid debe hacer precisamente eso, magia. Otra cosa es que lo consiga. Al menos, no habrá queja por culpa de los elementos externos.

El partido ante el Deportivo no debería ser más que un mero trámite para un Madrid que vence (no siempre) pero que no convence. Sus apariciones por Chamartín podrían resumirse en el argot taurino como pitos ante Osasuna, oreja ante el Ajax y silencio ante el Espanyol. Un balance muy pobre para un público de morro fino al que dar cuatro capotazos y banderillear con poco riesgo no le pone. Por eso se espera más de los Higuaín, Cristiano, Özil y compañía.

Será una noche de juzgados. Cristiano volverá a pasar la prueba de la ansiedad. Será junto a Higuaín, que volverá a mandar al banquillo a Benzemá. El propio Mourinho también recibirá su veredicto tras haberle negado a sus socios, los que pagan su sueldo, las palabras de sus futbolistas durante buena parte de la semana y, además, de fondo está todo el asunto de Pedro León, un jugador bastante querido por los aficionados a pesar de llevar poco tiempo en la casa blanca. Todo puede acabar en nada si el Madrid hace besar la lona al Deportivo con un buen juego de piernas pero si los Mallorca o Levante se vuelven a reproducir igual el que habla es el socio. Expectación total.