José Mourinho y sus hombres sabía que esta noche no iba a haber excusa en cuanto al estado del césped, pues al término del choque ante el Espanyol de hace diez días el técnico luso comentó que la hierba del Bernabéu era 'un campo de patatas'. Y es que el club optó por cambiarla al completo tras la plaga de hongos que la asoló desde la pretemporada, un aspecto que condicionó en gran medida el juego del equipo en los partidos que jugó como local.
De hecho, tal y como se ha podido comprobar este domingo ante el Deportivo, el equipo mejoró sustanciablemente en su juego respecto al choque ante los catalanes. Esta vez el césped fue un tapete casi perfecto, si bien se mostró algo blando ante la falta de tiempo que ha tenido para asentarse y la lluvia caída durante el partido. Por eso, aún habrá que esperar unas semanas para que esté en unas condiciones inmejorables, aunque, por ahora, el Real Madrid puede estar satisfecho de los resultados tras el cambio y de su juego en el nuevo 'verde'.
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