Los ocho jugadores merengues cambiaron hoy de campo de entrenamiento al encontrarse el '4' de Valdebebas en tratamiento por el césped, e incluso cambiaron también el habitual balón de la Liga para ejercitarse con uno de la marca que viste al club blanco. La sesión consistió en tiros a puerta, rondos modificados, un partido con cuatro mini-porterías y otro con las dos porterías grandes para practicar ejercicios en inferioridad numérica de tres contra dos y de cuatro contra dos.
El buen rollo, focalizado sobre todo en Marcelo, fue la nota predominante del entrenamiento, sin embargo el protagonismo volvió a recaer una vez más en José Mourinho. Y es que si ayer se le pudo ver cómo abandonaba la sesión media hora antes de su finalización, hoy se ha vuelto a marchar casi media hora antes que sus jugadores. Además, durante el entrenamiento apenas se le vio implicado, siempre con las manos en los bolsillos, hablando con su asistente Rui Faria, e incluso durante una fase de la sesión se desentendió completamente sentándose en uno de los banquillos.
Mourinho apenas se dirigió a sus jugadores en la hora que estuvo sobre el césped, aunque eso sí, las pocas palabras de aliento que dedicó a sus jugadores sirvieron para zanjar esos rumores crecientes en el entorno madridista. Y es que los pocos gritos que dio fueron dedicados a Pedro León para darle ánimos y para alentarle a seguir esforzándose en los ejercicios.
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