El entrenador portugués no deja a nadie indiferente. No es áspero como Capello en el trato pues, muchas veces, tira de ironía. Tampoco es tan políticamente correcto como Vicente Del Bosque, el último gran entrenador del conjunto madridista. Esas diferencias también son palpables de cara a la grada.
Y es que Mourinho ha conseguido en apenas dos meses que su afición ya le dedique un pequeño grito de ánimo. El mismo que viene arrastrando desde su tiempo en la Premier League. El Bernabéu le ha cogido cariño y se lo demuestra. El día del Deportivo (ver vídeo) es una buena muestra. Algo que, en el partido del pasado sábado ante el Racing, volvió a repetirse, incluso, con mayor intensidad en las gargantas de la afición. Mourinho tiene canción propia y, lo que es más importante, tiene encandilado al Bernabéu.
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