Adiós al fantasma copero

Y esas ganas que exhibieron los de Mourinho propició que se hicieran dominadores del choque desde prácticamente el pitido inicial. Al igual que ocurrió ante el Racing y el Deportivo de la Coruña, no pasaron ni tres minutos cuando los blancos lograron ponerse por delante en el marcador. Lo lograron por medio de un canterano, Esteban Granero, quien con un derechazo inapelable quitó las telarañas de la escuadra de la portería del Fondo Sur.

Con el equipo en estado de efervescencia tras el gol, y con los suplentes con ganas de demostrar a su entrenador que pueden ser titulares en el momento en que se les requiera, todo hacía indicar que la primera parte podía acabar en goleada. Pedro León, con unos fogonazos de calidad brillantes en los primeros quince minutos, fue quien estuvo más cerca de conseguirlo. Pero tras ese chispazo inicial, la llama no llegó a prender del todo. Y el juego del Madrid se fue apagando poco a poco hasta caer en la simpleza absoluta.

A ello contribuyó el colegiado Paradas Romero. El andaluz, que fue al Bernabéu con la misma escopeta de feria de su colega Iturralde, empezó a sacar tarjetas amarillas sin ton ni son (Canales, Diarrá, Arbeloa). Y la traca final al show fue la expulsión de Mourinho. Una roja que, pese a la negatividad de la noticia, sirvió para que el equipo reaccionara e, impulsado por la rabia de la injusta expulsión de su técnico, marcaron el segundo antes de que se llegara al descanso. Higuaín, prácticamente desaparecido hasta entonces, se revolvió dentro del área tras un saque de esquina mal defendido por la defensa murciana.

Con Mourinho expulsado, y la afición enfadada por el desastroso arbitraje del sucedáneo de Iturralde, el técnico de Setúbal entendió que para la segunda parte tenía que contentar al respetable dando entrada a los jugadores más en forma del equipo, Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo. La sola presencia del portugués en el campo sirvió no solo para asustar a los jugadores del Murcia, que apenas pasaron del centro del campo en la segunda parte, sino para reactivar a un Madrid que ofreció una imagen mucho más vistosa en los segundos 45 minutos.

Mejor juego en la segunda parte

Cristiano fue quien precisamente protagonizó las mejores ocasiones tras el descanso. El de Madeira lo intentó de todas las maneras: desde fuera del área, por la banda, de cabeza, pero ya fuera por el portero Dani Hernández o por la buena colocación de la defensa murciana, al  luso se le resistía su ansiado gol 200 como futbolista profesional. Benzema, entre medias, estrelló un balón en el larguero. Francés y portugués buscaron en todo momento su golito, y pese a que Paradas Romero hizo todo lo posible y más para que no lo consiguieran, el fútbol hizo justicia con ellos. Suyos fueron el tercer y el cuarto gol del equipo madridista de la noche, y acabaron de un plamazo con los fantasmas del pasado en la Copa

Entre medias de estos dos goles, Paradas Romero siguió con su particular show expulsando con doble amarilla a Arbeloa y señalizando un penalti más que dudoso de Xabi Alonso. Con ello le permitió al Murcia recortar distancias. Pero Xabi Alonso, cuya segunda parte fue también inconmensurable, firmó de falta directa la ‘manita’. Ronaldo, que se motiva hasta jugando a las chapas, casi firma el set. El luso no consiguió su proposito, pero el Madrid, una vez más, demostró una vez más que este año va por todas en esta competición, y brindó a su afición con otra gran partido, sobre todo en su segunda parte.