Ozil, que considera que ese partido será "precioso", no quiere pensar todavía en él porque "antes quedan otros importantes" y que el objetivo es ganarlos: "Será un partido intenso, pero nos tenemos que concentrar en los que nos quedan antes". "Nosotros jugaremos el lunes encantados, pero nos da igual sábado, domingo o lunes, lo importante es ganar al Barcelona", asegura el germano, que tiene ganas de afrontar el clásico.
El alemán recalca que el equipo está en el "buen camino", pero que todavía tiene margen de mejora. "Tenemos muy buena armonía. Hemos hecho algunos partidos muy buenos y otros que no han ido muy bien, pero de eso se aprende", señaló. Reconoce que su adaptación ha sido un poco complicada, pero también agradece el "apoyo" de sus compañeros y del público. "Intento darlo todo en cada partido. La hinchada es magnífica y apoya muchísimo al equipo y mi meta es dar lo máximo en cada partido", señala.
Físicamente, recalca que se encuentra "al cien por cien", "sano" y "cómodo" y que estos días de descanso por no haber jugado la Copa del Rey le han "venido muy bien" y se siente "muy cómodo". El alemán, que considera que ante el Murcia estuvieron "muy bien" y ganaron "por goleada merecidamente", eludió referirse a la polémica arbitral tras las declaraciones de Piqué sobre las ayudas al Real Madrid. "Creo que los árbitros quieren hacer su mejor trabajo y no creo que sea así", consideró. Cuestionado por las declaraciones de Jose Mourinho sobre el partido realizado ayer por el joven Canales, Ozil advirtió que "no ocurre nada" con el centrocampista. "Ayer fue titular y trabaja mucho y todo le irá bien", comentó.
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