Bajo la dirección de Pepe Ribó, el presidente de la FEPEMAC, y con la organización de Francisco Morillo, presidente de la Peña que acogió la reunión, todo discurrió bajo un ambiente fraternal y de madridismo que hicieron que las horas corriesen demasiado deprisa.
Las anécdotas brotaron a cada minuto, dando ejemplo de la valentía de todos los peñistas blancos en la zona por defender a su equipo. Morillo no dudó en enseñar algunas fotos de la Prensa local en la que se veía la fachada de su sede plagada de pintadas de radicales barcelonistas, lo que les obligó a poner un cierre metálico que no denotase qué alberga el local en su interior. O también los impedimentos que les puso el Ayuntamiento de Figueres, gobernado por CiU, para que pudieran celebrar la conquista de la trigésimo primera.
Mientras, otros comentarios fueron si cabe aún más sangrantes, como el vertido acerca de un determinado profesor de un Colegio Público que les enseñaba a sus alumnos, de cuatro años, el himno del Barcelona... o las dificultades que tienen los peñistas catalanes a la hora de desplazarse a los partidos del Madrid en casa cuando los partidos se celebran más tarde de las 19:00, sin que desde el club hayan hecho un esfuerzo con el fin de contentar a los que de verdad se esfuerzan...
En fin, fue un día de lo más reconfortante. Con gente como ellos, como todos los peñistas y aficionados madridistas en Cataluña, el Real Madrid seguirá siendo el club más importante del mundo. Por los siglos de los siglos.
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