Pastore:La oferta del Real Madrid fue concretas

sé que puedo llegar, aunque sea más adelante





tentado por el Barcelona y el Real Madrid, Pastore la prefiere pisar: dice que es muy joven para irse del Palermo y que hasta él mismo se asombró con su nivel. Los mails de Cappa, las paredes con Lionel, el consejo de Maradona y la nueva Selección.

La Barra duerme su resaca de adolescente jodón. Nadie camina sus calles, sus negocios, esta pasarela viciosa de música electrónica, rubias mentirosas y cuarentones que se aprietan en remeras small. Son las diez de la mañana. Ni familias se ven. En la hermosa Punta del Este, el silencio es de Las Toninas. “¿Y eso? Ahí viene”, se despabila una de las chicas de relaciones públicas de Nike. Eso es un motor que se oye a tres cuadras, luego dos cuadras, ahora acá nomás. Eso es una camioneta blanca que se detiene frente al local en el que esperamos, que abre su puerta lateral. El Flaco aparece como los dibujos animados, primero una pierna larga e inverosímil, y luego, segundos y segundos después, él. El Flaco lleva la cara que la hora merece: de dormido. Saluda con un abrazo. Y se sienta a charlar con Olé .

-Hace un año y medio, apenas te fuiste de Huracán, Cappa dijo que en Italia te obligarían a correr como un loco, que el Palermo te deformaría como jugador. Le pifió un poquito.

-(Se ríe) Le pifió, ¿no? Pero le pifió porque tuve suerte también. El Palermo justo cambió de técnico ( NdeR: asumió Delio Rossi, ex entrenador de Lazio) y empezamos a jugar con uno o dos enganches, dos puntas, así que ya me sentí cómodo de entrada nomás. Aún es raro que un equipo italiano juegue así. Salvo el Milan y el Inter, el resto tiene esquemas defensivos, y en el medio, sorprendiendo, aparecimos nosotros. Dicen que se ha perdido un poco el enganche, pero se tiene que jugar así.


-Cappa suele escribirte después de cada partido del Palermo, ¿no?

-Me escribe, sí... (se ríe) Un libro me escribe... Me dice qué vio bien, qué vio mal... Una vez me dijo que había perdido muchísimas pelotas. Otra, que tenía que jugar más simple porque había intentado algunas jugadas que mis compañeros no entendían. No sé, muchísimas te puedo decir. Angel es mi maestro.

-¿River no lo entendió?

-Yo pensé que le iba a ir bien. River tiene jugadores rápidos, muy buenos, pero se ve que no lo entendieron. Y tuvo muy poco tiempo, además. Ojalá que en Gimnasia le vaya bien.

-Apenas llegó pidió a Defederico, que se fue a Independiente, y a Araujo. ¿A vos no te llamó?

-(Se ríe) Yo sigo en el Palermo, nomás.

-El hincha argentino sólo te ve en los resúmenes. ¿En serio la estás rompiendo, o es el presidente del Palermo, Mauricio Zamparini, que tanto te ama, quien te infla para que te crean el mejor?

-(Se sonríe) Nah... La verdad que el Palermo está jugando bien. Hace sólo dos temporadas era un equipo de mitad de tabla y ahora estamos más cerca de la punta, jugando la Europa League, con un estilo. Nos destacamos porque somos jóvenes, atrevidos, con ganas de jugar. El año pasado había sido así, también.

-¿Y qué fue lo que más te asombró de éste?

-(Se ríe) Yo. Me asombré a mí mismo. Mi familia tampoco entiende nada. En un año y medio me fui a Europa, jugué un Mundial...

-¿Las ofertas del Barcelona y el Real Madrid fueron concretas?

-Sí. Se acercaron al club y a mi representante, sí, fueron verdad.

-Las dos.

-Las dos. Pero bueno, nada, yo elegí quedarme en el Palermo porque sé que voy a jugar siempre. Estoy aprendiendo muchísimo, no quiero que ese aprendizaje se corte. Cuando sepa que si firmo con un club tan grande es para jugar, bárbaro, me voy.

-Raro.

-¿Por?

-Porque la mayoría de los jugadores aceptaría.

-Pero yo sé que puedo llegar, aunque sea más adelante. Si sigo creciendo, la propuesta tendría que aparecer otra vez. Si mejoro y me voy, ya me quedaría, no es que voy ahora, estoy seis meses, no me adapto y me dan a préstamo a otro club, donde tendría que volver a empezar. Si voy, voy para jugar.

-¿En qué viste que has mejorado?

-Uy, muchísimas cosas...

-¿Por ejemplo?

-(Se ríe) Y... antes no tenía la pelota y me ponía a mirar la tribuna, quería ver qué estaban haciendo en la platea, me perdía; ahora, en cambio, sé cómo volver, dónde pararme, cómo marcar. Y seguiré mejorando. Jugar siempre es único.

-Apenas llegaste a Italia, nos dijiste que te llamaban Kaká. Esta temporada te compararon con Zidane. ¿Y ahora?

-(Se ríe) Y ahora ya me dicen Javier, nomás. El Flaco. Mejor que me digan así, dejá, los otros son un poquito grossos para mí.

-Hablando de grossos: ¿por qué sos uno de los pocos jugadores que parece jugar en el mismo idioma que Messi, casi a su velocidad?

-Porque es el mejor del mundo, ¿cómo no va a ser fácil jugar con él? Leo te hace, en dos segundos, una jugada que otro te hace en diez.

-Por eso mismo: tenés que acelerar los pies y la mente para entenderlo.

-Sí, pero ése es el estilo que más me gusta. Leo toca y va a buscar, toca y va a buscar, que es lo que hacíamos con Mati (Defederico) en Huracán. Siempre soñé con tener un socio como Messi, tirar paredes con él.

-Habías sido titular en el 2-4 ante Catalunya, con Maradona, y lo fuiste también con Batista, en el 1-0 a Brasil. ¿El 2011 tendría que ser el año de tu consolidación?

-Ojalá. Con tiempo, despacito, lo puedo lograr. El estilo de Batista me gusta mucho, además. A la mayoría le gusta, ¿no? Es el estilo argentino: jugar bien a la pelota, tenerla, tocarla, no rifarla, atacar. Es un equipo joven aún, pero si jugamos siempre los mismos ya nos conoceremos mejor. Con tiempo y paciencia, podemos hacer una gran Selección.

-¿Qué consejos te dio Maradona durante el Mundial?

-Cada tanto nos apartábamos en los entrenamientos y me hablaba, me tranquilizaba. Yo jugaba con los suplentes, a veces hasta ni jugaba, y él me decía que no me desesperara, que tenía todas las condiciones para explotar. Nunca, nunca me voy a olvidar de la confianza que me dio. Me hablaba mucho de Italia, también. Hasta me dijo que la iba a romper. “En Italia te vas a hacer muy conocido porque ellos no tienen tu estilo de juego”, me decía. Bueno, como le pasó a él, ¿no? Diego es todo en Italia.

-Cambio de frente: ¿seguís siendo un fervoroso jugador de PlayStation?

-Juego cuando nos juntamos con los sudamericanos, cada tanto.

-¿Equipo?

-Chelsea. En el PES nuevo, el del 2011, Chelsea. Probé, gané un par de partidos y lo adopté.

-¿Y en el anterior?

-(Se sonríe) Real Madrid.

-En la Play, nomás.

-En la Play, sí, sí...

-¿Y Palermo?

-(Se ríe) No cruzás la mitad de la cancha con el Palermo. Andá, probá hacer un gol, no, ni loco, dejá nomás. No ando muy bien que digamos en la Play.