Por supuesto, el Real Madrid ha sacado algunos partidos adelante sin la contribución goleadora de CR7, pero los triunfos han sido mucho más trabajados. El Madrid no ha pasado del 2-0 los días que Cristiano no ha perforado la red rival. Quizá, Ronaldo sea el mayor beneficiado cuando el equipo está fino.
En el partido de ayer, Cristiano fue uno de los más destacados. No fue su mejor día, pero no fue el día de nadie en el Madrid. Sin embargo, a Cristiano no le abandonó el hambre y no parecía importarle el desgaste físico que ahogó a otros a lo largo del partido. Estovo tan rápido como siempre.
En el último minuto, Pérez Lasa y el larguero se empeñaron en que su estadística no aumentara. Hubiese sido otro gol sinónimo de triunfo, pero su misil se estrelló contra el larguero y el arbitro vasco se comió el penalti de la jugada previa. El tercero que se comía a lo largo de la noche.
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