"Hay que ir a morir a Lyon"

no se puede permitir este equipo es que los jugadores salgan al campo con la misma apatía con la que salieron hace justo un año.





Y este equipo realmente tiene mimbres para ello. Primero, por su entrenador, José Mourinho, que ya ha demostrado a todo el mundo ser el mejor estratega del fútbol europeo. Segundo, por un equipo que, liderados por Iker Casillas y Cristiano Ronaldo, camina a pasos agigantados hacia la construcción de una escuadra que marcará época en Europa. Tercero, por un presidente que, en los dos últimos años, se está dejando la piel para llevar al Madrid a donde se merece estar. Y cuarto, y seguramente el motivo más importante de todos los mencionados, porque este club tiene la fortuna de tener a una afición que, pese a los ataques gratuitos que desde ciertos sectores de nuestro país reciben casi a diario, sigue siendo el mejor patrimonio posible de esta entidad.

Porque los madridistas, por mal que les pese a algunos, tienen la fortuna de poder contar con los dedos de las dos manos las Copas de Europa que el equipo de sus amores tiene en su haber. Otros iluminados, en cambio, se creen que con poder contar hasta tres uno puede llegar a la Luna así porque sí, como si los 300 millones de merengues repartidos por todo el mundo no tuviéramos dos dedos de frente. Los pobres culés se creen que, con llevar seis años sin pasar de los octavos de final de la Copa de Europa, se está cometiendo el más absoluto de los fracasos. Eso sí, cuando a ellos les mencionas que tuvieron que pasar 36 años para poder ganar su primera Copa de Europa, prefieren guardar silencio. Cuando tienen que usar más de los diez dedos de las manos para contar años de sequía, ahí callan. O eso, o le echan la culpa a Franco. Porque ya se sabe que hay gente para todo….

Ya sea con Franco, Zapatero, Villar, Platini o con la vecina del quinto, el Madrid tiene como obligación ir a matar a Lyon. En un partido se puede ganar o se puede perder, de eso no cabe duda. Pero lo que no se puede permitir este equipo es que los jugadores salgan al campo con la misma apatía con la que salieron hace justo un año. Eso sería imperdonable. Y, a tenor de la prudencia que están mostrando jugadores y cuerpo técnico, estoy convencido de que eso no va a ocurrir. Aunque sólo sea por los 1.500 madridistas que desde las gradas del estadio de Gerland animarán a su equipo, el Madrid debe salir en Lyon a por todas.

Porque 2011 tiene que ser el año en el que Cibeles se vuelva a vestir de gala para celebrar los triunfos de su equipo. Y este 22 de febrero tiene que ser recordado por el madridismo como el día en que el Real Madrid inició a la Reconquista de un título que está hecho a su medida. Tiene que ser el día en el que los madridistas vuelvan a emocionarse con un gran triunfo de su equipo en Europa, y sentirse orgulloso de un escudo y un club que llevan varios años sin dar alegrías en Europa. Y tiene que ser el día en el que queden atrás los malos rollos, las decepciones y los objetivos a medio hacer. Los aficionados así lo piensan. Ahora sólo falta que los jugadores les sigan el paso.