Beckham impidió el fichaje de Ronaldo





Según publica El Confidencial, Cristiano ronaldo podría haber llegado al Real Madrid justo en el momento en el que abandonó el Sporting de Lisboa, cuando el extremo portugués tenía 18 años, que al final, fichó por el Manchester United.

Por aquel entonces, quien fuera presidente del conjunto blanco, Florentino Pérez, se dejó llevar por su obsesión por el marketing, por el "glamour" que rodeaba al jugador inglés que más de moda se estaba poniendo en el fútbol británico, David Beckham quien llegó a ser el icono de la liga inglesa. Florentino no veía más allá de Beckham, no hizo caso de los consejos de uno de sus hombres de confianza, quien le recomendaba insistentemente que debería fichar a "un joven extremo portugués del Sporting de Lisboa, que muy pronto se iba a convertir en una versión mejorada de Luis Figo".

Lógicamente ése joven de 18 años era Cristiano Ronaldo, de quien advirtieron además al ex presidente del Real Madrid de que sería "una inversión segura" y un claro ejemplo de que no siempre era necesaria una multimillonaria inversión para tener los mejores jugadores. ”œPresidente, fiche a quien quiera. A Beckham o a cualquier otra estrella, pero que no se le escape Cristiano Ronaldo, que puede ser pronto el mejor del mundo”, le aconsejaban a Florentino Pérez.

Pero el empresario siguió su criterio propio: la mercadotecnia que rodeaba a Beckham y desoyó las propuestas por Ronaldo, a pesar de los diez millones de euros que entonces podría haber costado su fichaje. La gran actuación que ese mismo verano tuvo el portugués en un encuentro amistoso que Sporting de Lisboa y Manchester United disputaron con motivo de la inauguración del estadio Jose Alvalade para la Eurocopa que se disputaría en tierras lusas, fue suficiente para que el Manchester acabara por convencerse de las grandes condiciones de Cristiano Ronaldo. Incluso en ese momento, con la oferta de 18 millones de euros sobre la mesa, tuvo la oportunidad el Real Madrid de hacerse con el jugador. Para entonces, Florentino Pérez ya había dejado claro que sólo tenía ojos para Beckham, y que poco o nada le importaban los consejos de "los profesionales".