Cerca de 500 aficionados esperaban la llegada del Real Madrid. Los gritos de ánimo fueron unánimes para todos ellos. Como siempre, uno de los más aclamados fue Cristiano Ronaldo, que deleitó a los aficionados con una sonrisa de complicidad.
Después de este baño de madridismo, los jugadores pusieron pie el autobús que les condujo al Hotel Attica 21, lugar en el que permanecerán concentrados hasta la disputa del partido frente al Deportivo de la Coruña.
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