Las aspiraciones del Madrid en Champions pasan por un doble objetivo: superar la barrera de octavos de final y deshacerse del Olympique de Lyon, la bestia negra de la era moderna del Real Madrid en Europa. Que llegue la décima esta campaña a las vitrinas del Bernabéu pasa inexorablemente por triunfar ante los franceses. De no hacerlo, la barrera de fracasos se ampliaría hasta los siete años en Champions. Demasiado para un club ganador.
Algo parecido sucederá el sábado en el Vicente Calderón aunque en esta ocasión en el campeonato de Liga. Mourinho, que no tira la competición doméstica, protestó por no jugar este importante partido el domingo. La LFP no le hizo ni caso y decidió poner el derbi madrileño el sábado. Un partido que, además de la lógica rivalidad existente entre ambas instituciones, puede suponer un nuevo apretón en la pelea por la Liga aunque, como también dijo Mourinho, si se pierde algún punto más esta Liga “se acabó” ¿Cómo saldará el Madrid su semana de pasión?
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