Del Bosque ya tiene un reconocimiento que pedía a gritos tras la consecución del título mundial con la selección. Tras pasar 35 años ligado de una u otra forma al Real Madrid, ser reconocido como socio de honor por el club de sus amores es un premio a su trayectoria. Igual llega más tarde de lo deseado, pero siempre es mejor tarde que nunca, sobre todo, porque había agoreros que vaticinaban que Florentino jamás le daría la más mínima distinción a Del Bosque. Parece que se equivocaron al mirar la bola de cristal. Como lo cortés no quita lo valiente, sí que echo en falta alguna distinción para Fernando Hierro, tan madridista como el salmantino, y artífice de que Del Bosque aterrizara en la roja. No en vano es su jefe.
El próximo en tener su homenaje madridista va a ser Ronaldo. El brasileño es una debilidad personal. Yo no he visto jugar ni a Di Stéfano ni a Puskas y muy poquito a Hugo Sánchez aunque creo poder decir sin miedo a la equivocación que Ronaldo, el fenómeno, es el mejor delantero de la era moderna que ha pasado por el Real Madrid. Llegó tras un sufrimiento increíble y creo que el jugador merece un homenaje por sus años en Madrid. Un homenaje, además, como debe ser para un ex futbolista, es decir, sobre la hierba del campo en el que corrió, marcó y sufrió. Con traje y corbata pero sobre la hierba. Será entonces cuando Ronaldo se cobre esos aplausos que, entiendo, le fueron ninguneados el año en el que ofreció el Balón de Oro a la afición y ésta salió con el cántico de “Raúl, Raúl, Raúl”. A mi entender ahí se equivocó el Bernabéu, pero como rectificar es de sabios, seguro que el día del Sporting de Gijón, fecha indicada para que el brasileño vuelva a casa, Ronaldo recibirá todo el cariño que se merece. Ahí sí que no tengo dudas de que no habrá división de opiniones.
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