Starks cumplió el guión que se esperaba. El peor árbitro de la Liga Alemana puso su granito de arena para ayudar al Barcelona a superar al Madrid. Tras un pequeño encontronazo de Ramos con Messi no dudó en mostrar la amarilla al andaluz, que no podrá jugar en el Camp Nou al cumplir cicli de amonestaciones.
Pero no contento con esto, en una entrada de Pepe sobre Dani Alves no tuvo contemplaciones con el portugués y le enseñó la roja directa. El teatro del brasileño revolcándose por el suelo ayudó bastante a la decisión del colegiado.
Fue una entrada dura, sí, pero ¿lo suficiente como para cargarse una semifinal? El alemán consideró que sí, y puso a Pepe de patitas en la calle, por lo que el luso tampoco estará en Barcelona. Al Madrid le crecen los enanos…
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