El citado medio recuerda en su página web que a lo largo de la historia del fútbol español ha habido muchos casos de traspasos de jugadores que se han producido mediante el pago de la mencionada cláusula de rescisión. Así ocurrió con Ronaldo cuando se fue del Barça al Inter, o con Figo cuando fichó por el Madrid, o incluso con el valencianista Farinós cuando el Inter de Milán se hizo con sus servicios.
El que los contratos de los jugadores tengan esa cláusula de rescisión es una medida que, en un primer momento, se tomó para que el jugador, en caso de querer salir, abonara esa cantidad como medida de indemnización. Aún así, algunos clubes aluden también a que, además de esa cifra, hay que pagar el IRPF y el IVA. Lo hizo el Villarreal cuando se rumoreó hace dos años que Cazorla podía ir al Madrid, o como ahora lo está haciendo el Atlético de Madrid con Agüero. Pero la realidad es que en la historia del fútbol español ningún traspaso ha llevado consigo el pago de impuestos como los aquí mencionados.
Es más, hay un caso que daría la razón a esta teoría. Y es que en 1997, cuando Ronaldo Nazario estaba negociando con el Inter de Milán su traspaso a la escuadra italiana, los agentes del delantero brasileño consultaron a la Agencia Tributaria si el pago de la cláusula de rescisión conllevaba el pago de impuestos de manera añadida. Y la respuesta por parte del citado organismo fue negativa. Por tanto, y aunque les duela a Cerezo, Gil Marín, el precio de Agüero es de 45 millones de euros. Ni más ni menos…
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