¿Quién no recuerda a los Sneijder, Van der Vaart o Diarrá amotinados en Valdebebas? Los tres acabaron saliendo del club, sin embargo, Sneijder lo hizo después de meses interminables de negociaciones, Van der Vaart logró ganar la partida el año de la llegada de Pellegrini y aguantó toda una temporada en el equipo antes de poner rumbo al Tottenham, mientras que Mahamadou Diarrá, incluso, llegó a estar ‘perdido’ en África, según dicen las malas lenguas, para que el club no le vendiera el último día del pasado mercado veraniego, a pesar de que en el invernal se marchó a Francia a jugar al Mónaco. Son tres claros ejemplos de lo que le cuesta al Real Madrid encontrar acomodo para sus jugadores. Una operación salida que, en sus primeros pasos, parece repetirse en estos primeros días de junio con jugadores como Canales o Pedro León.
Ambos llegaron la pasada temporada al club blanco con la esperanza de triunfar, algo que les ha sido imposible. Mourinho no cuenta con ninguno de los dos para la próxima temporada y los jugadores ya lo saben. Sin embargo, la primera toma de contacto ha sido negativa para el club: Canales no quiere irse cedido ni al Bolton ni al Schalke 04, las dos propuestas que le hizo el Madrid, y Pedro León directamente ha dicho “no” a la opción de dejar el Real Madrid. Es sólo el inicio de las hostilidades entre club y jugadores, cierto, pero empieza a palparse en el ambiente que la puerta de salida empieza a enquistarse como todos los veranos.
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