La renovación de Pepe no fue fácil

El salaro y el carácter del luso fueron los puntos complicados de su continuidad


Pepe y Messi




Tras dos años de dimes y diretes, Pepe puede decir a los cuatro vientos que será jugador blanco hasta el próximo 30 de junio de 2016. Las conversaciones para su renovación se dilataron en el tiempo y muchos creyeron que la salida del jugador estaba cerca, pero finalmente una de las piezas fundamentales en el esquema de Mourinho continuará cinco años más ligado al Real Madrid.

Las altas pretensiones del jugador fueron la primera piedra en el camino. Al principio de las conversaciones, Jorge Mendes, representante del futbolista, transmitió al Real Madrid el interés de su representado de cobrar 6 millones de euros por campaña, cifra que se alejaba mucho de las pretensiones merengues, que finalmente cerraron el acuerdo en 3,8 millones de euros por temporada. El ex jugador del Oporto quería cobrar más que pesos pesados de la plantilla como Xabi Alonso, algo por lo que el club blanco no estaba dispuesto a pasar.

Otro de los puntos discordantes que se encontró el luso en su renovación fue la negativa de algunos dirigentes merengues a la continuidad de un jugador díscolo en el terreno de juego, algo que no gusta en el Madrid. Finalmente, la entidad blanca escuchó las súplicas de Mourinho, el principal valedor de Pepe, que ve en su compatriota a su mano ejecutora en el campo, y renovó al futbolista.