La marca ‘Real Madrid’ es un símbolo mundial, eso es indudable. Pero si existe un territorio que Florentino Pérez siempre ha ansiado conquistar, ése es el continente asiático. Hace ocho años, el máximo mandatario realizó una operación encomiable de marketing, al preparar todo para que el debut de David Beckham como jugador del Real Madrid se produjese en China.
Eran otros tiempos y en ese equipo también se encontraban cracks mundiales, como Zidane (actual director deportivo), Luis Figo o el idolatrado Raúl González Blanco, ahora en las filas del Schalke 04. Asimismo, en el banquillo iniciaba su etapa el técnico portugués Carlos Queiroz, que finalmente dejó más sombras que luces en su paso por el Madrid.
El partido enfrentó al conjunto blanco con un combinado de cuatro de los mejores equipos del balompié chino. La expectación era máxima, no cabía un alfiler en el estadio de los Trabajadores de Beijing. Es más, hasta se despertó en el país la llamada ‘fiebre David’, por la cual muchos de sus habitantes, sobre todo los más jóvenes, cambiaron su look para parecerse a Beckham.
El jugador inglés siempre fue un ejemplo de profesionalidad y entrega en su etapa como jugador madridista. De hecho, fue pieza clave en la Liga conquistada por el conjunto de Chamartín en la temporada 2006-2007. Las diferencias entre Beckham y Sahin dentro del terreno de juego son notables: el primero siempre jugó pegado a la cal, mientras que el mediocampo es la morada habitual del segundo. Aún así, sería una noticia excelente para el madridismo que el turco-alemán emulase al ahora jugador de los Galaxy. ¿Será Sahin un nuevo Beckham? Mañana comenzaremos a saberlo.
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