El discurso del Santos ha variado mucho en unas pocas semanas. De sus intenciones de vender al futbolista a partir de enero a las últimas declaraciones hay un paso enorme, provocado probablemente por los intentos del Real Madrid por hacerse con el delantero cuanto antes, obviando los intereses del club paulista en el Mundial de Clubes.
Realmente, al Santos le interesa vender cuanto antes al jugador, puesto que cualquier circunstancia desfavorable podría devaluar a uno de los delanteros más cotizados del planeta fútbol. Sin embargo, ese interés empieza donde acaba el otro gran interés del cuadro carioca, que no es otro que la obtención del Mundialito, un torneo que multiplica su valor en Sudamérica.
Con Neymar en sus filas, Ribeiro lo ve todo menos negro ante la posibilidad de una final contra el Barcelona. Por eso su deseo y el de la práctica totalidad de su directiva es mantenerlo hasta ese entonces, a pesar de que la venta del futbolista por esas fechas disminuya su precio.
¿Debería el Madrid acceder y olvidarse del jugador hasta el próximo mes de enero? En ese caso, ¿Qué se debería hacer? ¿Optar por un plan B o permitir foguearse a los delanteros de la cantera, como Álvaro Morata?
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