José Mourinho está sabiendo traducir la enorme calidad de Benzema en rendimiento real dentro de los terrenos de juego. Sus cualidades como futbolista están siendo elevadas a la máxima potencia por el portugués, que a base de confianza y de motivación ha conseguido convertir al gatito en todo un león que no ha dejado de rugir en los seis partidos disputados por el Madrid tras las vacaciones.
El propio Mou lo reconocía hace unos días: “comienza a ver el fútbol como yo lo veo”. Unas palabras que no son fruto de la casualidad, sino del trabajo que ambos han realizado en conjunto para mejorar las prestaciones del francés. Una pócima casi mágica que ha convertido al francés en un delantero irreductible para las defensas rivales. Ayer logró ante el Guangzhou un nuevo doblete, pero quizá eso es lo de menos; a pesar de que estamos hablando de un delantero. Su participación en el equipo es casi tan importante como sus goles, y ese es el verdadero motivo de que el entrenador haya ido aumentando paulatinamente su confianza en él, hasta el punto de que ahora mismo es una fe ciega.
El galo comenzó la pretemporada haciendo el último tanto de la goleada ante los Galaxy, y aunque no volvió a ver puerta en Estados Unidos colaboró directamente en los primeros goles ante Chivas de México y Philadelphia Union, con asistencias para Ronaldo y Özil respectivamente. Ya en Europa, endosó dos goles al Hertha y otro al Leicester, posterior a su asistencia para el 0-1 de Callejón. Ayer, dos tantos y una nueva asistencia a Khedira reivindican otra vez al francés como delantero titular del equipo con permiso de Gonzalo Higuaín. Dos leones que deben rugir al unísono por el bien del Real Madrid.
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