En aquel verano de 1955, los blancos disputaron once amistosos para encarar su preparación, consiguiendo la victoria en todos y cada uno de ellos: Córdoba (6-12), San Lorenzo (1-7), Murcia (5-0), Terrassa (4-1), Cacereño (1-4), Toledo (2-8), Extremadura (1-2), Terrassa (0-2), Saint Raphael (6-0), Betis (6-1) y Vasco de Gama (4-2). Unos números asombrosos no sólo en cuanto a victorias, sino también en cuanto a goles a favor.
Esta estadística se ha repetido en la segunda pretemporada con Mourinho al frente del equipo. Los blancos han hecho pleno en sus siete partidos con unos registros goleadores escandalosos (27 tantos), más allá de la entidad de los rivales, que cuenta poco a la hora de ganar confianza y coger tono físico.
Y es que, como pueden observar, aquel verano de 1955 la preparación merengue tampoco contó con oponentes de excesiva enjundia. Como prueba de la importancia que tiene para un equipo conseguir estos registros en pretemporada están precisamente los 56 años que el Madrid ha estado sin repetirlos, a pesar de que a lo largo de los años ha contado con plantillas de altísimo nivel y no siempre se ha enfrentado a equipos de renombre.
El Parque de los Príncipes donde el Real Madrid comenzó a forjar su leyenda podría ser relevado el próximo 19 de mayo por el Allianz Arena de Múnich, donde los blancos esperan volver a citarse con la historia una vez más. Desde luego, la estadística está de su lado.
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