La continuidad de Ricardo Kaká en la disciplina merengue sigue en entre dicho. Muchos piensan que la mejor solución para todas las partes es que el futbolista salga de la disciplina del Real Madrid, pero el club tiene claro que no va a dejar salir al mediapunta a cualquier precio. Por ello, la entidad madridista ha cifrado su traspaso en más de 50 millones de euros (el club merengue pagó en 2009 67 millones por sus servicios).
A cinco días del cierre del mercado de traspasos, el Real Madrid ha querido dejar claro a sus pretendientes, Milan y PSG entre otros, que si quieren hacerse con el futbolista tendrá que venir con la cartera llena de billetes. El Milan es el equipo que más insiste en su traspaso y es que los dirigentes rossoneros siguen soñando con la vuelta del jugador a San Siro, pero las altas pretensiones económicas del Madrid y del jugador echan atrás al equipo italiano. Tal es el interés mostrado por el club lombardo que se ha llegado a poner en contacto con el padre y representante de Kaká, Bosco Leite, para intentar convencerle de que la opción rossonera es la más adecuada para el futbolista.
El gran problema del Milan es su delicada situación económica. La entidad transalpina ha dejado claro que si Kaká está dispuesto a volver a Italia tendrá que rebajarse su sueldo y el Madrid tendría que aceptar una oferta de 20 millones, fraccionando el pago en cuatro años, algo que en el club blanco ni se plantean. Así, la delicada situación de Kaká en el Real Madrid continuará en el candelero hasta el cierre del mercado de fichajes el próximo 31 de agosto.
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