La Romareda, estadio fetiche para el madridismo

El estadio maño atesora grandes recuerdos para los blancos: el debut de Raúl, los primeros minutos de Morata o el partido 400 de Casillas son ejemplos de ello.


Casillas llegó a los 400 partidos en La Romareda.




El 29 de octubre del año 1994 será recordado por muchos como una de las fechas de mayor impacto en el madridismo. Jorge Valdano hacía debutar a un joven talento de 17 años, que se terminaría convirtiendo en símbolo universal del madridismo. Raúl González Blanco disputaba sus primeros minutos en el primer equipo en La Romareda, donde en hasta dos ocasiones rozó el tanto. El destino quiso que esas mismas gradas asistieran a su despedida del club blanco en el año 2010. Raúl dijo adiós haciendo lo que mejor sabe: marcar. Anotó su último tanto con la zamarra blanca estando lesionado. Toda una gesta.

En la temporada pasada, concretamente en diciembre de 2010, el flamante campeón de Europa con el combinado sub 19, Álvaro Morata, tomaba el testigo del sempiterno ídolo madridista. Mourinho le dio la alternativa en la misma cancha. Precisamente en ese encuentro, que sirve como precedente al que el actual Real Madrid disputará en la presente temporada, Iker Casillas firmaba los 400 encuentros como jugador blanco.

Por si estos datos supiesen a poco al aficionado merengue, otras grandes figuras blancas como Míchel o Luis Figo jugaron también sus últimos minutos en La Romareda. El estadio maño se ha convertido, de esta manera, en una especie de símbolo para los de Concha Espina, que ha dado la bienvenida y ha despedido a figuras irremplazables para el madridismo.