M-B: Messi les hace perder el juicio

La Web no quiere admitir que Özil es un candidato potencial al Balón de Oro





Messi, Messi, Messi. En Barcelona se les llena la boca con el argentino, tanto que son incapaces de ver más allá de lo que hace el menudo futbolista. Bien es cierto que el '10' azulgrana es uno de los mejores de la actualidad, pero también lo es que Mesut Özil está en el camino para disputarle el trono mundial. Un hueco que, por otra parte, no está tan claro que tenga el sudamericano, toda vez que Cristiano Ronaldo sigue quitándole protagonismo es determinados momentos, como la final de la pasada Copa del Rey o la lucha por el Pichichi de la última temporada.

En Madrid-Barcelona.com justifican que Özil no sea candidato al galardón en el futuro porque "acaba desfondado" los partidos. Frágil memoria la suya, porque olvidan que, hasta hace bien poquito, Messi era un jugador de cristal que alternaba los meses en el césped con la enfermería. De hecho, el de Rosario no es precisamente tampoco el paradigma de futbolista poderoso ni resistente, es más bien, un jugador de constitución débil que se ha ido fortaleciendo con el tiempo. Algo que, podrá lograr también Özil, toda vez que es casi un año y medio más joven que el culé.

Además, olvidan que Messi es un futbolista fracasado con su selección. Los azulgrana se empeñan en encumbrarle, con solo 24 años, como el mejor jugador de la historia. Con ello, le faltan el respeto a la trayectoria de gente como Zidane, Pelé, Maradona o Cruyff. Jugadores caracterizados por conseguir hitos a nivel internacional, por ganar Copas del Mundo y guiar a sus selecciones a épocas doradas. En cambio, Messi solo acumula decepciones con Argentina. No hay más que recordar la eliminación en cuartos en la reciente Copa América jugada ante su público. O el Mundial en el que el barcelonista no marcó ni un solo gol.

En cambio, Özil, con solo 22 años ya es el líder de Alemania y ya ha conseguido llevar a su selección a unas semifinales mundialistas. Y es que el panorama para la selección teutona es de lo más optimista, ya que solo España aparece en el horizonte como potencial rival suyo de las próximas temporadas. En cambio, Argentina y Messi acumulan fracaso tras facaso y el culé muestra su desesperación cada vez que se viste de albiceleste. Algo que para los premios no parece importar, porque el niño mimado del barcelonismo también lo es para los organismos internacionales. Solo así se explica que jugadores como Iniesta o Xavi no se llevaran, merecidamente, el último Balón de Oro. Pero ya se sabe que, con Messi, los culés están tan ciegos que son capaces de anteponer al argentino al resto de jugadores de la plantilla, aunque estos acumulen más méritos.


Por eso, la tarea de Özil es complicada, pero no imposible. Quizás llegue el día en que el Balón de Oro vuelva a recuperar su antiguo criterio, el de premiar al jugador que haga mejor temporada en su club y en su selección. Entonces, el alemán será un serio candidato a llevárselo, mientras que Messi quedará en un segundo plano por su impotencia con Argentina. Solo tenemos que dejar al alemán hacer su trabajo, ya que el tiempo dictará sentencia. Y lo mismo que el Real Madrid está ya al nivel del Barcelona, el mediapunta madridista lo estará del argentino. Tiempo al tiempo.