Un Real Madrid-Getafe suele ser, tradicionalmente, un partido interesante. De los que dejan resaca. Todo el mundo recordará el día en el que Pepe fue expulsado, Casquero lanzó un penalti a lo Panenka que paró Casillas y, al minuto, un golazo de Higuaín por la escuadra dio la victoria al Madrid por 3-2 en un partido de locos. Esa es la más famosa, que no la única.
También queda para el recuerdo, en febrero de 2008, un gol del Getafe con todo el Real Madrid celebrando un tanto de Robben en el otro lado del campo. Sólo Heinze y un desesperado Guti intentaron evitar lo inevitable, el tanto visitante que, a la postre, supuso la victoria del Getafe en el Bernabéu.
Más recientemente, ya instaurados en la era Manuel Pellegrini, Raúl Albiol fue injustamente expulsado por Mateu Lahoz tras un salto en el borde del área con Soldado. La roja encendió los ánimos y, paradójicamente, espoleó a los blancos que acabaron venciendo ese encuentro por 2-0 gracias a dos tantos de Higuaín.
Tres ejemplos muy recientes de que los Real Madrid-Getafe son sinónimo de lucha, entrega, espectáculo, goles y, sobre todo, de un post partido muy largo aunque, si el partido sale como el del pasado curso, no habrá ningún tipo de historia: 4-0 con tres goles de Cristiano Ronaldo. Sea de una u otra forma, motivos para acudir al Bernabéu no le faltan a los aficionados madridistas.
El Getafe marcó un gol con el Madrid celebrando uno suyo:
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