Benzema, el líder del líder

Los de Mourinho jugaron a ráfagas y tiraron de pegada para imponerse a un correoso Getafe (4-2). Benzema, con dos goles, el más destacado.





Con ese golpe moral entraron los de Mourinho al césped. El Getafe sabía muy bien lo que tenía (o podía) hacer en este envite. Intentar torpedear el centro del campo blanco y evitar las pérdidas era la consigna. Sin embargo, una cosa es decirlo y otra transformarlo en el campo. Además, el Madrid salió sólo en cuarta marcha, y con eso le sirvió para generar las primeras ocasiones de peligro. Di María, con un buen remate que se estrelló en el lateral de la red, comenzó el acoso y derribo sobre la meta visitante.

Los avisos acabaron transformándose en hechos. En hechos consumados porque Benzema tiene el punto de mira afinado esta campaña. En una buena acción de Marcelo, en la que el Madrid atacaba con cinco hombres, Benzema se encontró un balón que sólo podía tener un destino, la red. Dicho y hecho. Colocación magistral y cuero a la red. El Madrid se adelantaba y se comenzaba a mascar la posibilidad de la goleada o, al menos, de la tranquilidad. Coentrao pudo haber sumado su nombre a la lista de goleadores si no hubiera desperdiciado una asistencia magistral de Benzema al intentar picar el balón por encima de Moyá.

El Madrid se desconectó

A partir de ahí el Madrid se relajó. No con desidia pero sí con evidencia. El Getafe se pudo estirar e, incluso, tuvo una primera opción en un balón desde la banda que rozó la cabeza de Marcelo y se encontró con un poste salvador para Casillas. Normal que a la finalización de la jugada el portero tocara hasta en tres ocasiones el palo izquierdo. Le había salvado de una buena. Sin embargo, de lo que no se salvó el cancerbero fue del remate de Miku, que aprovechó un balón a la espalda de la zaga blanca para superarle e igualar el partido. El Madrid había pagado, quizá demasiado caro, su exceso de relajación.


El paso por los vestuarios debió dejar un tirón de orejas por parte de Mourinho a los suyos. El Madrid salió más enchufado, como si hubiera cargado batería. El mejor ejemplo, un espectacular intento de chilena de Cristiano Ronaldo, que esta vez sí, impactó de lleno con el cuero con dulzura e instinto asesino, a la vez. Sólo la aparición del poste evitó que en la jornada tres hubiéramos visto uno de los goles de la temporada. Para colmo, el rechace de esa madera lo enganchó Coentrao que, con la palabra gol en la boca, mandó el balón fuera.

Ficha Técnica

Real Madrid 4: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi, Coentrao; Di María (Kaká 72’), Özil (Higuaín 86’), Ronaldo; y Benzema (Granaero 88’).

Getafe 2: Moyá; Valera, M. Torres, Cata, Masilela; Casquero (Barrada 70’), Lacen, J. Rguez; Pedro Ríos (Colunga 80’), Miku y Sarabia (Güiza 70’) .

Goles: 1-0 Benzema (14’), 1-1 Miku (39’), 2-1 C.Ronaldo (60’), 3-1 Benzema (69’), 3-2 Miku (74’), 4-2 Higuaín (88’)

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Cristiano, Valera, Casquero, Carvalho, Torres

Estadio: Santiago Bernabéu. Buena entrada. 72.500 espectadores.

Sin embargo, en el ambiente flotaba la sensación de que el Getafe no duraría mucho más con la igualada. Casillas ya había desaparecido del mapa y los Miku, Sarabia y compañía sólo corrían hacia atrás, señal más que evidente de que sólo había una dirección en la que se atacaba. Que el Madrid marcara era cuestión de tiempo. Y así fue.

Una internada de Cristiano Ronaldo fue frenada en falta por Cata Díaz. Penalti tan justito por la situación en la que se produjo la falta como por la poca pericia del defensor. El propio Cristiano agarró el balón y lo mandó lejos del alcance de Moyá. Respiro de alivio en la grada. Volvía la normalidad. No contento con su gol, Cristiano nos dejó una de esas asistencias que deberían puntuar doble. A altura de José Mourinho, que le abrazó después de la jugada, CR7 se sacó un pase medido con la izquierda que encontró a su destinatario, Benzema. El francés, tan agradecido como felino, hizo lo que tenía que hacer, empujar el balón a la red de un desesperado Moyá.

Higuaín tuvo su premio

Parecía la sentencia pero no fue así. El Getafe aún guardaba un recadito en forma de gol. Miku, con gran tranquilidad dentro del área, aprovechó un rechace de Casillas para anotar el segundo de los visitantes. Con muy poquito, el Getafe estaba metido en el partido y a tiro de un disgusto de amargarle la noche al Madrid en alguna acción aislada.

Sin embargo, la sensación en el campo era mucho mejor para el Madrid que lo que reflejaba el marcador. De hecho, el 3-2 se antojaba demasiado corto para los méritos de unos y otros. Hasta que apareció Higuaín. El argentino tuvo cinco minutos pero los aprovechó al máximo, de la mejor forma posible. Marcando. En un buen desmarque a la espalda de la defensa, Higuaín demostró que no ha perdido olfato goleador. Esta vez sí, aunque el Getafe siguió peleando, era el gol del triunfo y la sentencia. Y el que dejar líder al Madrid con 10 goles en dos jornadas. Ahí es nada.