M-B obvia chulerías y escupitajos

Los culés se ponen una venda en los ojos para poder mentir sin remordimientos





Cuando Defensa Central habló del liderazgo del Real Madrid en ‘fair play’ esta temporada, lo hizo en base a unas estadísticas que están ahí para todos. Tanto para el que quiera verlas como para el que no. La realidad es una, y las alucinaciones oníricas no tienen nada que ver con ella. La parte barcelonista de Madrid-Barcelona se ha empeñado en que el Barcelona es el equipo más limpio y el Madrid todo lo contrario. Una actitud que demuestra mucho miedo, y para la que se basan en acciones que forman parte del pasado.

Recuerdan la agresión de Pepe a Casquero como si hubiera ocurrido ayer. Sin embargo, lo que ocurrió ayer fue que el Milán sacó un punto del Camp Nou sin su estrella, el estrellado ex culé Zlatan Ibrahimovic. Y lo hizo a pesar del juego brusco de hombres como Dani Alves, Busquets o Pedro, que dejaron recaditos por doquier a los hombres rossoneros. Eso es el presente, y lo que podemos ver en la actualidad. A un equipo que se le comen los nervios porque ven cada vez más cerca a su eterna pesadilla, que no es otra que el Real Madrid.

Se excusan en que un equipo que marea la pelota hasta el aburrimiento, alcanzando datos de 75% de posesión, no tiene tiempo para jugar sucio. Pero, amigos míos, le da tiempo más que de sobra para ello. O si no que le pregunten a Emmanuelson, que ayer tuvo que sufrir la dureza de Dani Alves. Para colmo, el brasileño sólo vio la amarilla tras su entrada sobre el ex del Ajax. Si hubiera sido Pepe poco menos que lo meten entre rejas

Pero, puestos a recordar el pasado, podemos hablar también de la entrada del lateral culé a Toni Moral en Santander. O de la entrada de Busquets a Xabi Alonso en la final de Copa. Ser líder en ‘fair play’ cuando el árbitro no castiga a tus futbolistas por sus malos actos es muy fácil. Sin embargo, también cabe decir que el juego sucio no termina en el juego duro: también existen los pelotazos al público rival, los desprecios al banquillo rival, los insultos racistas al rival… Especialidades de la casa en Can Barça.


En Madrid-Barcelona nos piden que hablemos, aparte del famoso “mono” de Busquets a Marcelo, de los cánticos racistas del público del Bernabéu a Alves. Los mismos que pudimos escuchar para el brasileño del Madrid en el Camp Nou. La diferencia está en que, evidentemente, y por más que sea reprochable, hay mucho camino entre lo que haga el público y lo que haga un futbolista… En Barcelona que sigan con su cultura del ‘fair play’, que los datos les dejarán en evidencia una y otra vez.