La entrada de ambos futbolistas en el equipo no varió el esquema de José Mourinho, que jugó con su habitual 4-2-3-1, con Coentrao en una posición muy similar a la adoptada por Ronaldo habitualmente y con Khedira en su puesto natural, cubriendo el hueco que ha ocupado el luso en los últimos encuentros. El alemán estuvo como siempre, sólido en defensa, destruyendo muy bien el juego rival y combinando con criterio. Hasta que a Turienzo Álvarez se le cruzó un cable y decidió expulsarlo a pocos minutos del descanso.
En el caso de Kaká, el brasileño estuvo muy activo en ataque, tratando de demostrar que tiene calidad para triunfar en este Real Madrid. Muy combinativo, se situó entre la delantera y el medio para ejercer de enganche y nuevamente mostró varios destellos que dan fe de su mejoría.
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