Mourinho es más perseguido en el Real Madrid

El entrenador portugués recibe más sanciones en el banquillo merengue





Entrenar al Real Madrid supone un valor diferencial. El banquillo del Santiago Bernabéu está constantemente bajo el análisis de la prensa internacional, por lo que su inquilino acostumbra a estar en continua vigilancia. Todo lo que diga el técnico del equipo se puede magnificar y usar en su contra, algo que sabe muy bien Mourinho tras sus primeros 15 meses en el club. No en vano, el portugués está aprendiendo en esta etapa que decir lo que uno piensa siendo entrenador del Real Madrid puede salir muy caro, mucho más que en otros clubes.

En el total de su carrera, Mou acumula una veintena de partidos de sanción (en algunos casos recortados tras apelar) y 800.000 euros de multa. Evidencias de la persecución y ataque constante que sufre por defender lo que él considera como justo. Algo que se ha acentuado aún más desde que trabaja en España, ya que desde que llegara al Madrid en julio de 2010 ha tenido que acarrear con once partidos de sanción. Siete pertenecientes a castigos de la UEFA (por los incidentes del choque ante el Ajax, dos partidos rebajados a uno, y por las declaraciones tras el encuentro ante el Barcelona, cinco partidos, luego rebajados a tres) y cuatro a nivel nacional (dos correspondientes a su expulsión en el encuentro de Copa del Rey ante el Murcia y otros dos por lo sucedido en la Supercopa).

Es decir, que en poco más de un año, en su estancia en Madrid, el portugués ha recibido más de la mitad de las sanciones de su carrera. En Portugal aún tiene pendiente cumplir un castigo de dos partidos por unos incidentes en 2004 en un partido ante el Sporting de Lisboa. En 2005, la UEFA le sancionó con dos partidos y 13.000 euros de multa por sus palabras tras un Barcelona - Chelsea; mientras que en Inglaterra le cayeron 7.500 euros más por verse envuelto en una polémica con el técnico del Manchester United, Alex Feguson.

Finalmente, durante su etapa de dos años en Italia, Mourinho fue expulsado hasta en tres ocasiones (ante Sampdoria, Fiorentina y Cagliari), con sus respectivos tres encuentros de sanción. Números que se quedan en una anécdota si se los compara con los de Madrid, donde el portugués ha descubierto que ser el técnico del conjunto blanco conlleva grandes dificultades y trabas. Ante ello, el manager ha renunciado en múltiples ocasiones a comparecer en rueda de prensa, evitando así que los organismos de competición sigan haciendo el agosto a costa suya.