Volando hacia la 'Décima'

El Real Madrid fue una apisonadora y trituró al Lyon de forma sobrada (4-0). Benzema, Khedira, Özil y Ramos, autores de los goles. Los blancos, líderes de su grupo con pleno de victorias.





Para romper las tradiciones, el Lyon se cambió hasta de camiseta para la visita al Bernabéu. Un morado más que evidente que hacía presagiar que los golpes en forma de goles en este partido los recibiría el equipo galo. No se equivocaron demasiado los estilistas del Lyon en lucir color en el Bernabéu.

Desde el inicio fue el Madrid el que comenzó mandando. Ni el tan manido comentario de que el Lyon era la bestia negra del Madrid ni leches en vinagre, debió decir Mourinho. Hubo toque de corneta para buscar la portería de Lloris. Como no podía ser de otra forma fue Cristiano Ronaldo el que encabezó el bombardeo sobre la meta de Lloris con un golpeo seco que despejó el portero francés en el clásico movimiento de puños fuera.

Con un Lyon agazapado, quizá demasiado, buscando cualquier posible error del Madrid en el pase para hacer daño por medio de esa isla que tenía como delantero el equipo galo, Gomis, el Madrid fue tocando más y más. El equipo de Mourinho estaba cada vez más arriba, su rival hacía lo inverso. Casillas sólo miraba y Lloris trabajaba, tampoco a destajo, pero trabajaba.

Era cuestión de tiempo de que el Madrid hiciera diana. Fue de la forma menos esperada, en un córner, lo que le dio más mérito al tanto conseguido por Benzema. Sí, Benzema. El que relegó en esta ocasión a Higuaín al banquillo a pesar de la enorme racha del argentino. Seguro que más de un cuchillo apuntaba ya a Mourinho si el francés no lo hubiera hecho bien. Hubo recogida en ese sentido. Y si Benzema anotó el primero de la noche fue porque Cristiano peinó en el primer palo un balón de Özil que llevaba muy mala leche, casi tanta como Ramos que casi mete al propio Benzema dentro de la portería. Fue Karim el que metió el pie junto al palo para cerrar cualquier posible queja post partido. Con la lata abierta, el Madrid echó el freno de mano durante un rato. No convenía malgastar sudor. Había mucho tiempo por delante aun.

Ficha Técnica:

Real Madrid 4: Casillas, Marcelo, Pepe, Ramos, Arbeloa, Khedira (Coentrao 61’), Xabi Alonso, CR7, Di María, Özil (Kaká 66’) y Benzema (Higuaín 70’)

Lyon 0: Lloris; Revelliere, Koné, Lovren; Cissokho; Kallstrom, Fofana, Bastos, Briand, Gourcuff (Ederson 66’); Gomis (Dabo 79’).

Goles: 1-0 Benzema (19’), 2-0 Khedira (47’), 3-0 Özil (55’), 4-0 Ramos (82’)

Árbitro: Cüneyt Çakir. Amonestó a Alonso, Bastos, Cristiano Ronaldo

Estadio: Santiago Bernabéu. Buena entrada (68.000 espectadores)

Aunque no tantos minutos necesitó el Madrid para sentenciar el partido. Apenas 10 de la segunda mitad para noquear al Lyon con un par de golpes en forma de goles. El primero llego casi desde el vestuario, con el personal apurando las últimas migajas de su bocadillo. El enésimo desmarque de Benzema encontró premio, la soledad. Y su falta de egoísmo, el doble premio: una asistencia para que Khedira, llegando desde atrás, no desmejorara la buena jugada. No lo hizo y, es más, definió con más clase de la que dice su número.

Ahí el Lyon vio tocado su mentón de forma más que peligrosa. La lona la veía pero apenas la sentía. Algo que se notó poco después cuando, casi sin querer, Özil intentó servirle a Benzema el tercero y encontró colaboración gratuita en Lloris y Cissokho. Pareció que ellos mismos querían evidenciar la diferencia real entre madridistas y franceses. En ese momento nada era más evidente que ese 3-0. Claro y justo, por cierto.

Ahí el Madrid decidió darle todo el protagonismo a su público. La comunión entre el fondo sur y el resto del estadio fue más grande que nunca. Los de Mourinho manejaban el balón y la afición sus gargantas en señal de victoria. Unas gargantas que volvieron a enrojecerse con la consecución del cuarto gol del partido. Sergio Ramos se encontró un balón en el área y no lo desperdició. Dudó en pegarle duro o en pegarle durísimo. Hizo lo segundo y con su pierna mala, la zurda. Áhí se cerró el marcador. El Madrid acabó con los fantasmas franceses y demostró que el asalto a la Décima es algo más que un deseo. Cada vez está más cerca de la realidad.