El Real Madrid se acerca al primer tercio de competición con los deberes prácticamente hechos. Sus internacionales se han ido a jugar sus partidos por el mundo con la tranquilidad que da el hecho de ser líderes con solvencia, por lo que la actualidad del equipo ha quedado aparcada por el momento. Luego llegará una de las partes más intensas de la campaña, ya que tras este parón por los partidos de selecciones tendrán tres de las pruebas más exigentes del año para el equipo.
La primera llegará el sábado día 19 en Mestalla. A las diez de la noche los de Mourinho se verán las caras con el Valencia de Emery, un equipo que se está mostrando como impredecible este curso y que llegará al partido como tercer clasificado, a cuatro puntos de los merengues. Tras este partido, otra prueba para sacar nota: el día 27 el Madrid recibirá al Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu. Un derbi ante un equipo con urgencias, pero que por ello será, precisamente, mucho más peligroso de lo habitual.
La semana siguiente le tocará el turno al Molinón, donde el Madrid ha sacado solo cuatro puntos en las dos últimas temporadas y únicamente ha logrado marcar un gol. El Sporting no está en su mejor curso, pero los de Preciado siempre son un equipo peligroso en casa. Éste será el aperitivo del plato grande de aquí a final de año, el Real Madrid-Barcelona. Todo apunta a que éste se disputará el día 10 de diciembre y, para entonces, el objetivo es que los blancos tengan una ventaja mínima de tres puntos.
Algo que no será fácil, pues el calendario del Barcelona será mucho más asequible en las mismas fechas. Zaragoza y Levante en casa, más el Getafe fuera serán los partidos previos que tendrán que afrontar los de Guardiola antes de jugar en el Santiago Bernabéu. Por tanto, parece poco probable que los culés pierdan más puntos antes del Clásico, circunstancia que obliga al Madrid a no perder la concentración en su vuelta a la competición.
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