Entramado Neymar: la guerra de las divisas

El presidente del Santos, Luis Álvaro de Oliveira, aprovecha factores de la coyuntura económica en la que se encuentra Brasil.


Dilma Rouseff, presidenta de Brasil.




El período de recesión en el que se encuentra sumergido el planeta no hacde una excepción con el negocio del fútbol, aunque sí está haciendo más mella en los países europeos que en algunas zonas de Sudamérica. Es el caso de Brasil, que anteriormente bajo el mandato de Lula y ahora con el relevo de Dilma Rouseff, vive una época de bonanza económica.

La divisa brasileña, el real, presenta la mayor cotización frente al euro en los últimos doce años. Esto ha influido enormemente en la inflexible postura del presidente del Santos, Luis Álvaro de Oliveira, de no traspasar a corto plazo a su estrella.

Oliveira, sabedor de que con el nuevo contrato la cláusula del jugador ha subido de forma ostensible, y consciente también como es del escaparate que supondrá el Mundial de Clubes para el futbolista, se frota las manos imaginando las ganancias que le supondrían al club un hipotético traspaso en el futuro.

El presidente del Santos ha movido sus fichas de manera inteligente. En primer lugar, se asegura la continuidad al frente del club cuatro años más, para después aprovecharse del momento económico que vive Brasil para subir los emolumentos del jugador.


Y es que en el entramado de Neymar, no sólo se encuentra el propio Santos. Varias instituciones financieras, como el ‘estatal banco do Brasil’ han aparecido de forma sorpresiva en la terna. Florentino Pérez no se esperaba movimientos de tal calibre, y a pesar de sentirse traicionado en cierta manera por Oliveira, optará por la cautela.

La estrategia seguida por el máximo mandatario del Santos ha tenido unos patrones comunes desde el comienzo: su discurso agresivo en ocasiones, con alusiones incluso a acontecimientos históricos como ‘el Tratado de Tordesillas’, no ha surgido de la nada. El presidente ha querido convertir el caso Neymar en una cuestión de Estado para su beneficio personal. Lo que comenzó siendo un tira y afloja entre dos clubes, se ha convertido en una auténtica batalla de divisas, inversores y poder.

Sin embargo, Florentino no es nuevo en estas lides, y si ha elegido mantenerse al margen por algo será. Por el momento no se vislumbran nuevos movimientos. Por el momento…