El equipo comienza esta escalada con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona, que es el más inmediato perseguidor. Por ello, los de Mourinho llegarán a Mestalla con una cierta tranquilidad, pero sin ningún tipo de confianza. En la cabeza de los jugadores madridistas solo estará la victoria, pues en el vestuario también hacen sus cuentas y, para lograr el título de Liga, éstas son muy claras: ganar los cinco próximos encuentros para abrir un hueco que sería casi definitivo.
El calendario próximo es de aúpa, con partidos ante el Valencia (en Mestalla), Atlético de Madrid (en casa), Sporting de Gijón (en el Molinón), F.C. Barcelona (en casa) y Sevilla (en el Pizjuán). Por eso, Mourinho y sus hombres saben que ganando los cinco lograrían una diferencia de puntos casi inalcanzable para sus rivales en la segunda vuelta. No en vano, como poco le sacarían seis al Barcelona, mientras que al Valencia y al Sevilla prácticamente los dejaría sin opciones de conseguir el campeonato de Liga.
En consecuencia, la tendencia vendrá marcada por lo que ocurra en Mestalla. El de Valencia es el partido más peligroso para el Real Madrid junto a la visita del Barcelona, pues la cita del sábado llega tras la disputa de los compromisos internacionales. El casancio será un factor a tener en cuenta que se unirá a las ganas que le tienen los chés. No en vano, los de Emery suman ya cuatro partidos consecutivos perdiendo contra los blancos, por lo que el encuentro de la próxima jornada se les presenta como una ocasión propicia para coger moral en este fin de año. Ganar allí sería clave para los merengues y supondría mandarle un mensaje a los azulgranas confirmándoles que, esta vez, el Madrid va en serio por la Liga.
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