La presión de Mestalla pudo costar cara al Madrid

Teixeira Vitienes no se dejó amedrentar, pero pecó de casero con las cartulinas





La presión del público en la primera mitad no condicionó al colegiado, que acertó en todas las decisiones comprometidas con las que se encontró. Primero, señalando un claro fuera de juego a Khedira en una jugada que acabó en gol, dos minutos después del 0-1 de Benzema.  Y más tarde en el 27 en una doble jugada en ambas áreas. En primer lugar, dejando seguir la jugada en un córner tras las protestas ché pidiendo mano de Arbeloa. El balón golpeó en el pecho del salmantino, por lo que no hubo penalti. Y en el contragolpe madridista señalando un fuera de juego, muy justo, de Benzema. En cuanto a amarillas también estuvo más o menos acertado, mostrando una por equipo, a Tino Costa y Arbeloa, por un agarrón y una obstrucción respectivamente.

Sin embargo, en la segunda mitad comenzó la sangría en forma de amonestaciones contra el Madrid. A los veinte minutos de juego, los blancos habían visto cinco amarillas más por acciones que, si bien podían ser sancionadas, no fueron vistas con el mismo rasero que en el caso de los locales. De hecho, Tino Costa debió ver la segunda amarilla por una acción sobre Lass en la que primero le agarró y empujó, y cuando ya estaba en el suelo le lanzó un balonazo. De igual forma, Feghouli se quedó sin amarilla en una acción muy fea sobre Sergio Ramos. Aún así, los minutos finales demostraron que la presión ejercida por Mestalla no tuvo que ver con su actuación, ya que no señaló penalti en una acción en la que Higuaín sacó el balón bajo los palos y desde el suelo con el costado, a pesar de las protestas valencianistas pidiendo una inexistente mano.