Tras ocho años consecutivos jugando los octavos de final, parece que esta temporada será la del fracaso francés. Y es que el empate a cero de este martes les obliga a tener que golear en la última jornada al Dinamo de Zagreb en Croacia y esperar que el Real Madrid les haga un favor en Amsterdam. Todo por el mal juego exhibido en Gerland, a pesar de que los locales salieron con ganas de llevarse los tres puntos.
Lisandro, que salía de una grave lesión hizo trabajara los cinco minutos de partido al portero holandés. Pero el Ajax se fue asentando en el terreno de juego con el paso de los minutos y se dedicó a adormilar el ritmo de partido consciente de que un empate casi sellaba su boleto para los octavos de final. Así, solo el danés Eriksen creaba algo de peligro en la portería de Lloris, mientras que el Lyn lo intentaba tímidamente con disparos de Réveillère y Brand.
Los minutos pasaban y, tras el descanso, el Lyon evidenció una cierta ansiedad que casi les acaba pasando factura en forma de gol holandés. Pero en esos momentos emergió la figura del cancerbero francés para salvar el empate gracias a dos paradones providenciales, uno de ellos en un mano a mano. En los últimos minutos el Olympique dio un último arreón, pero ni siquiera la entrada de Ederson logró evitar que se fueran dos puntos vitales de Gerland.
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